Carlos González: «Dentro de tres años no estaré en el Córdoba, habrá terminado mi ciclo»

El presidente del Córdoba recibe en su despacho con un semblante tranquilo, manejando espacios y tiempos con pausa. Se percibe un hombre relajado, feliz, muy distante de la imagen que suele proyectar en los medios. La entrevista comienza con arte, recordando al maestro Manzanares y divagando por el universo taurino antes de adentrarnos en una apasionante conversación de más de tres horas en la que hay lugar para casi todo. Pasado, presente y futuro del Córdoba y de su presidente, la guerra con los medios y la relación con la afición son los tres grandes ejes de esta entrevista.

¿Quién es Carlos González antes de llegar al fútbol?

Trabajé en la organización del Mundial desde el año 79 al 82 en el cual acabé estando de director de organización del mismo, fueron mis primeros pinitos profesionales, mi primer contacto con el fútbol. A partir de ahí me fui a la mili, cosa que hacíamos siempre la gente de bien, quisiéramos o no. Yo además tenía una excusa muy buena para no hacerla, que tuve una hija con 15 años, pero la hice.  Me podía haber escaqueado, pero no he sido yo de buscar excusas o tener ventajas. Cuando volví de la mili entré en una multinacional de tecnología y llegué a director de una de las empresas del grupo que era la más importante y la que más facturaba. Con 31 años decidí montar mi empresa, mi grupo de empresas, que después terminamos yéndonos a América.

¿Hablamos del Grupo Ecco? Me llama la atención lo desactualizada que tiene su web tratándose de una empresa de tecnología.

No somos una empresa de tecnología, damos servicios informáticos. No, lo que ocurre es que en la actualidad sólo operamos en México, y lo que no habrán hecho es descolgarla. Estará desactualizada en ese contexto. Tenemos 2 000 mil empleados en México, donde mandamos a Curro, que está muy capacitado para ese trabajo y está muy contento allí.

Es nacido en Tenerife pero tiene un acento de Chamberí. 

Nací en Tenerife porque mi padre era ingeniero y en aquella época los ingenieros eran como los militares, que iban de aquí para allá. Me tocó nacer allí, mi hermano nació en Barcelona, mi hermana en Madrid. Vivimos unos cuantos años, de niño, en la isla de la Palma. Después nos volvimos a Madrid y no he vivido en Chamberí, he vivido en el barrio de Salamanca, que es la mejor zona de Madrid.

Respecto a la candidatura a la presidencia del Madrid, usted en Córdoba ha demostrado un carácter ganador, entonces, ¿cómo se enroló en una candidatura abocada al fracaso?

Calculamos mal. El Madrid es mucha política. Ganar las elecciones es más eso que fútbol. Medimos mal  y tuvimos que retroceder y meternos en la candidatura de Sanz. La presión era brutal. Fue un error de cálculo.

Pero la candidatura de Sanz también era un fracaso.

Me presenté en solitario y Lorenzo nos reunió a Baldasano y a mí para unirnos y yo ahí vi una oportunidad de quitarnos la presión mediática. En aquella ocasión lo pasamos mal. A mi hijo lo tuve que cambiar de colegio, mi mujer tuvo una afección cardíaca que llegó a estar ingresada en la clínica Ruber.

¿No hubiera sido más sensato irse que unirse a otro proyecto que también iba al precipicio?

Ya lo sabíamos pero hubiera sido mediáticamente peor salirnos de escena.

¿Y con Onieva?

A Juan lo conocí en aquella época y para 2007 teníamos bien atado el asunto. Yo iba como vicepresidente único pero luego el día anterior él nombró un vicepresidente más y yo entonces me retiré. En la misma presentación que se hizo yo me levanté y me fui y presenté la dimisión a los diez minutos.  El Madrid es una cosa muy complicada, se necesita experiencia, que te conozcan, que no pienses que vas a servirte, es muy complicado.

Carlos González durante la entrevista de José Luis Pineda para Cordobadeporte

Después viene Mallorca.

Hay muchas posibilidades. A partir de aquello me llaman varios clubs que quieren que compremos. Estuvo el Mallorca, lo que pasa es que Alemany decidió vender a Asensi finalmente y no pudimos hacer nada. Y estuvo también el Rayo, que lo teníamos a coste cero, pero decidimos venir a Córdoba.

¿Por qué?

Pues porque era la ciudad de mi abuela, aunque la gente no se lo crea, era la ciudad de mi abuela. Yo tenía el Córdoba, que me ha costado cuatro millones doscientos cincuenta mil euros, que yo no sé si hay muchos empresarios que hayan invertido ese dinero en los últimos años. En Córdoba yo creo que no muchos. Dinero que viene de otra parte y entra en Córdoba, viene aquí. Y el Rayo era cero.

Cuesta creer lo que está contando

Es que mi abuela me quería mucho. Yo era su nieto favorito y viví toda mi vida con mi abuela. En esta familia nuestra tenemos un problema serio, que somos muy sentimentales. Para mí tenía unas raíces, en Vallecas no he estado en mi vida, dos veces al campo y porque me han invitado.

Imagino que también vería más proyección.

En Madrid está el 90 % del fútbol. Si hubiera igualdad de años en Primera, de historia, un jugador se va antes al Getafe que al Córdoba. Porque a Madrid va todo el mundo a ver jugadores. Un tío con su carrera hecha, al Córdoba, un tío con 22 años que está empezando su carrera, al Getafe. Si va un fin de semana ve ojeadores de todos los equipos del mundo en los campos de Madrid.

¿Cómo fue el proceso de venta? Parecía que todo era cordialidad pero ¿en qué momento se tuerce todo con el anterior consejo?

El anterior consejo no es el dueño del Córdoba al que yo le compré. Yo le compré a Prasa. No tengo ningún problema con Pepe Romero. Él no ha hablado nunca de mí ni yo de él.

¿Qué ocurre entonces con el otro consejo?

Una cosa muy sencilla. Que los administradores concursales y el fiscal califican como culpable su gestión y a partir de ahí, guerra santa. Si no, mire las fechas y verá como coincide.

Cada uno tiene sus argumentos, también los suyos son entendibles

Es un tema de los administradores concursales y del fiscal. Y del juez que lo admite a trámite. Todo lo demás es ruido. Es más fácil meterse conmigo que con un fiscal y un juez, porque si te metes con un fiscal y un juez puedes tener problemas, si te metes conmigo, no, porque yo no he hablado nunca del concurso. Jamás. Tan sólo cuando la declaración de culpabilidad, que hice una rueda de prensa deseando que demostraran que eso que decían los administradores no era cierto. Eso es todo lo que dije, todo lo que digo y todo lo que voy a decir.

Carlos González, presidente del Córdoba Club de Fútbol

¿Qué club se encuentra cuando llega aquí?

A nivel social muy crispado con la anterior directiva. Los jugadores salieron con una careta del anterior presidente en una foto oficial porque ellos entendían que les habían engañado. Tanto a los acreedores como a los jugadores. Porque parece ser, y digo parece ser, que siempre les prometieron que les iban a pagar y que no iban a entrar en concurso nunca, cosas que no se cumplieron ninguna de las dos. El presidente llegó a insultar a la masa social, creo recordar que les llamó inútiles o algo así, así que estaban bastante enfadados, tanto es así que el presidente no venía desde hacía muchos meses a El Arcángel. La situación no era la mejor. Había crispación con los veteranos, mundo peñístico, un concurso, el ERE que se formó cuando llegamos nosotros, una deuda de ocho millones en concurso, llegando a los doce comprometida, sin ningún jugador que quisiera venir al Córdoba, una situación muy compleja.

¿Quién le recomienda traer a Juan Luna Eslava?

Cuando compré el club lo primero que hice fue llamar a Cándido Cardoso para preguntarle qué secretario técnico podíamos nombrar y él me dijo: “Nombra a Juan Luna que no te vas a equivocar” Yo no conocía a Juan, llamé a más gente para preguntar por él, entre ellos a Perico Campos y también me dijo lo mismo: “No te vas a equivocar. No sabe mucho, no tiene experiencia, pero no te vas a equivocar” Y así fue. No tenía mucha experiencia en el puesto, no conocía muchos jugadores pero era leal, siempre lo ha sido. Y eso es muy importante en estos puestos.

¿Cómo es posible entonces que terminase en los juzgados con él?

No quiso llegar a un acuerdo con nosotros. Decidimos que no siguiera, le propusimos un acuerdo y ese acuerdo él no lo aceptó. Él pensaba que lo que le ofrecía el Córdoba era menos de lo que le correspondía y eso es muy loable, todos lo podemos pensar, pero el juez pensó que lo que le ofrecía el Córdoba era mucho más de lo que le correspondía.

¿Y el entrenador?

Juan viene y me dice, vamos a firmar a Paco Jémez y yo no sabía quién era.

¿Le conocería de su etapa de jugador?

No no no. Le doy mi palabra de honor de que no tenía ni idea de quién era.

Jugador de toda la carrera en Primera, internacional, ¿cómo no le iba a conocer?

En Primera han jugado muchos, no es demérito de Paco, es ignorancia mía. Como no lo conozco, para desgracia mía, porque creo que ha sido un entrenador maravilloso para el Córdoba Club de Fútbol, maravilloso, aunque en Córdoba no le quisieran ni ver. Yo hablo con mi consejo, entre ellos Antonio Prieto, y me dice que estoy loco, que ni se me ocurra. Me cuenta lo que había pasado en la etapa anterior y me cuesta un poco convencerles pero al final lo hacemos y le digo a Juan que le llame, que le ofrezca tanto y a ver si se quiere venir. Cogió un avión desde A Coruña y por la tarde estaba en Córdoba.

¿No era una apuesta demasiado arriesgada?

En la mañana de la presentación me reuní con él en este despacho y le dije: “Paco te voy a decir solamente una cosa, han dicho todo esto de ti, yo no sé si es cierto o no pero te prometo que como sea cierto en el Córdoba no duras tres meses si lo repites”. Me dijo que no me preocupara que no se volvería a repetir y así fue. Paco fue tremendo. Y nadie le quería en Córdoba, tire de hemeroteca.

Aquel fue el equipo que cambió la mentalidad del club. Por primera vez en muchos años se empezó a hablar de ascenso sin rubor.

Nosotros desde que llegamos dijimos lo que dijimos y siempre lo hemos mantenido.  El Córdoba, hasta hace tres años que llegamos nosotros, se ha movido donde está ahora, pero en Segunda división, y nunca he visto unas críticas tan feroces.

¿A qué lo achaca?

Esto siempre lo manejan los mismos. Yo veo siempre las mismas caras, la misma foto, gente muy aburrida.

¿Se refiere a la prensa?

No, en general, son los quince o veinte que están siembre bu bu bu bu, vomitando. Disfruta, la vida es para disfrutarla.

Volvamos al fútbol, aquel era un equipo que enamoró también por su manera de jugar.

Era un fútbol más vistoso que buen fútbol.  Lo titulé como el año del uy, porque estábamos siempre acojonados. Maravilloso, pero la gente ya no se acuerda de eso. En la memoria se olvida casi todo, yo soy un hombre muy reflexivo, y recuerdo que siempre ganábamos uno cero, uno cero, nunca ganábamos un partido con claridad.

Pero todo se acaba y a Paco le surge una oferta de Primera división.

No, él busca una oferta, no le surge, él busca una oferta porque no quería seguir en Córdoba.

¿Y en qué posición queda el club, usted no trata de entender por qué, de retener al entrenador que le ha llevado al éxito?

Mil veces. Él es muy claro en ese sentido, otra cosa es que yo lo pueda ser con usted. Yo tengo clarísimo por qué él se quería ir de Córdoba. Clarísimo, porque me lo ha dicho en reiteradas ocasiones.

¿Cuáles son los motivos?

Está en el ámbito de una conversación privada. Si alguien lo tiene que desvelar es él, no yo. Son sus motivos, no los míos. Cuando yo me vaya, daré los míos.

¿Por qué mantiene una mala relación con él?

Por un error de concepto. Yo a Paco le tengo una gran admiración y un gran cariño, de verdad. Y Paco está confundido. Se equivoca él, no nos equivocamos nosotros y él rompe la relación, no yo. Yo, si lo veo mañana, le doy un abrazo, porque me parece que ha hecho muchísimo por el Córdoba. Hay un error de concepto que salpica una situación cuando Paco ni se merece que estemos enfadados ni yo tampoco, porque he pasado mucho con él, he hablado mucho con él, sé muchas cosas de él y él mías, por lo tanto esto se arreglará muy pronto y antes que tarde. Porque es una tontería además. Paco es una persona maravillosa que ha hecho muchísimo por este club. Él consiguió que mi proyecto fuera creíble y devolvió la ilusión al cordobesismo.

Termina el maravilloso año de Paco y para el siguiente proyecto se confía en Berges.

Que lo había hecho muy bien en el B. Tan mal lo hizo Pierini, que casi nos lleva al fracaso, como bien lo hizo Berges. Si llega a durar cinco partidos más lo sube.

Berges tenía una gran trayectoria como jugador y un técnico con buenos conceptos, ¿Qué cree que falló?

Berges es una magnífica persona y un magnífico entrenador pero faltó que se lo creyera. Que se olvidara del entorno y que fuera él mismo.

¿Cree que no lo fue?

Empezó siéndolo y cuando se torció el tema empezó a creer que el entorno estaba mucho peor de lo que realmente estaba. Y empezó a dar cosas que no tenía que dar. Creo que eso le pasó factura

¿Se refiera a la plantilla?

Sí. No te van a querer más. Son como los niños, no te van a querer más porque le compres chupa chups. Si se los compras en el momento en que no se los tienes que comprar, no lo entienden, si se los compras todos los días, te tratan…buf.

¿Cree que influyeron las renovaciones de Alberto, Cristian y Garai en que ese vestuario empezara a resquebrajarse?

No. Las renovaciones, tú planteas una cosa y hay gente que acepta antes y gente que no. A Caballero y a López Silva se les ofreció antes. En aquella época se le planteó la renovación a casi todos. Ahora se nos achaca que hay mucha gente finalizando contratos y cedidos. Y en aquella época se nos achacaba lo contrario. Entonces, ¿cuál es la verdad?

Llega Esnáider para suplir a Berges y la situación lejos de mejorar se empeora.

El vestuario estaba como estaba. No hubo forma de solucionarlo. Por más que hablamos con ellos y por más que nos reunimos con ellos era imposible.

¿Qué problemas tenía el vestuario?

Hay veces que se rompe y es difícil arreglarlo. No nos jugábamos nada y eso influyó también. Se dejaron ir.

Esnáider me dijo en una ocasión que usted era muy pesado, que no lo dejaba en paz.

Claro, como Florentino Pérez a Carletto. Y como llamo al señor Bonache tres veces al día. Es que es un empleado mío. Mire, yo le dije un día a un entrenador, ¿tú pondrías tu patrimonio en mis manos? Y ese entrenador me dijo que no. ¿Y entonces por qué tengo que poner yo el mío en las tuyas? Yo hablo todos los días con mi director de comunicación, con mi director general, con mi director de marketing, con mi director financiero, ¿por qué no con él? ¿es de otra casta? ¿quién le paga a él? Lo que no se puede hacer es no trabajar.

Vamos al tercer año, le confía su proyecto a Villa, otro técnico sin experiencia. La cosa arranca bien, un juego distinto, pero que funcionaba, pero todo empieza a torcerse. 

El equipo estaba completamente en caída, lo vio usted, lo vio todo el mundo.

Yo vi al equipo mal al volver de Valdebebas, pero ahí usted lo aguantó.

Ahí quería yo haberle destituido.

No, usted quiso hacerlo en el partido de Zaragoza, seamos sinceros.

No no no. Bueno sí, antes de ir a Zaragoza, pero me convencen de que no y el margen era ese partido, no antes. El margen era el Zaragoza.

El equipo pierde pero la plantilla y la afición demuestran un compromiso con el técnico.

Brutal. La plantilla quería mucho al entrenador, pero a nivel personal, porque decían que era buena gente, que es distinto. A Paco le querían porque sabían que era muy bueno.

¿Cree que a Villa le pasa un poco como a Berges?

Peor. Sí. Berges tiene muchos más fundamentos técnicos que Pablo. Berges, yo se lo voy a decir aquí, yo creo que si él quiere, en un momento determinado, tendrá otra oportunidad en el Córdoba si estoy yo. Me parece un buen entrenador y creo que habrá aprendido de la situación que vivió y que lo arreglará. Magnífico entrenador. No es el caso de Pablo.

¿A Pablo le vio más carencias?

Sí. Y todos. La gente le quería, pero eso no tiene nada que ver, el cariño era por su etapa de jugador.

Cuando sale Villa usted anuncia en Canal Sur que el modelo está agotado, que vendrá un entrenador con experiencia.

No pudimos conseguir ninguno. Gracias a Dios no lo conseguimos.  Mi entrenador era Bordalás. Pero fichó esa semana por el Alcorcón.

Habría más entrenadores con experiencia en el mercado, ¿no?

No. Oltra no podía, Abel no quiso venir a Segunda. No había ningún entrenador del mercado actual del perfil buscado. Y entonces tuvimos que elegir alguien que tuviera ganas. De triunfar, de comerse el mundo.

Con Ferrer las cosas no mejoran.

Empeoran. Pero fíjese que se dicen cosas con maldad. Se dice que estuvimos a un punto del descenso y es incierto, nunca estuvimos a uno, a dos sí.

El día del Murcia el equipo tocó fondo a todos los niveles.

No, a ver, fíjese, ese día vinieron 4500 personas. Recuerde dos datos fundamentales.

¿De verdad va a intentar justificar la decisión que tomó de hacer medio día del club en aquellas circunstancias?

Le voy a ser franco. Lo hago por no perjudicar al club. Es duro lo que voy a decir y va en contra mía pero le voy a decir la verdad porque yo nunca miento. Nosotros decimos que el año que viene todos los socios si no conseguíamos el playoff renovaban gratis. Hablo con los abogados y me dicen que o ponemos un día del club o el año que viene no se puede poner, porque históricamente no lo has puesto y entonces no se puede. ¿Usted me está siguiendo?

Le sigo, lo que me cuesta es creerle.

No queríamos sacar un beneficio económico. Lo queríamos sacar el año siguiente, queríamos poder poner días del club el año siguiente si los socios iban a entrar gratis.

¿Y por qué no haberlo hecho antes o después, por qué precisamente en ese partido, que venía el ambiente crispado?   

Dedidimos ese día y después se arma la trifulca. Si lo pongo otro día pasa lo mismo.

El ambiente iba a estar crispado por la situación del equipo y porque ya estaba agotada la bala del entrenador, no sólo por el medidodía del club, eso lo empeora.

Yo tengo que decidir el día que lo pongo. Si me dicen que el equipo va a jugar el playoff, no lo hago, pero no sé si va a mejorar la situación económica del club. Decido ese partido como podía haber sido cualquier otro. Hasta ese momento jamás lo había hecho, los anteriores siempre, yo nunca, y el club no estaba peor que con los anteriores. Pero conmigo se arma. Yo sé por qué se monta todo eso y quién manipula todo eso, yo sí lo sé, porque se canta quien ha movido a esa parte de las peñas, porque lo hacen delante de mí en una comida.

¿Quién?

Yo no puedo decir eso. Ese día vienen 4 500 personas, se regalan menos invitaciones que en otros partidos. A la Federación de peñas, menos que en otros partidos. A El Arcángel estaban viniendo 7.000, faltaron 3 000, porque estaba lloviendo y había medio día del club, ¿qué problema hubo? Ninguno, eso se vendió así, pero a ese partido, sin haber cisma social, hubieran venido cinco mil quinientos. Exagerando. La policía, tengo el acta, me dijo que había 150 personas en la manifestación.

También llovía para la manifestación, ¿no?

Exacto, pero eso no se dijo, que habían venido 150. Se dijo más de mil en su periódico.

Usted pidió perdón a la afición después de ese partido.

Por no cumplir los objetivos.

¿Pensaba que había riesgo de descenso?

No. En este club, se lo voy a dejar muy claro, nadie pensó que podíamos descender, como tampoco nadie pensó que podíamos ascender, le voy a ser muy claro. Es tan así que a Gijón se fue en autocar. Si hubiéramos pensado que el partido era vital, no hubiera sido así.

¿En aquellos momentos pensó en vender el club?

No

¿Tuvo alguna oferta?

Muchas. Ha salido que Jesús León me ofreció tres millones.

¿Es cierto?

¿Pensó en vendérselo?

Nunca. Pregúnteselo a él.

¿Tuvo más ofertas que esa?

Muchas más. Y sigo teniendo, ahora más caras. Pero yo tengo que inaugurar la ciudad deportiva, y a partir de ahí, hablamos.

¿Y nunca ha pensado en contemplar la venta?

En los momentos malos no. Me crezco. Yo lo que tengo muy claro es que tengo mi tiempo contado y que se está acercando mi tiempo. Yo tenía dos proyectos vitales: subir y la ciudad deportiva.

Marcó muy bien su primera etapa de tres años. Superado eso, hemos entrado en otra fase, ¿tiene marcado algún ciclo nuevo?

Dentro de tres años Carlos González no estará en el Córdoba. Habrá terminado mi ciclo.

¿Venderá o dará un paso al lado?

Yo no estaré en el Córdoba. Mi objetivo era subir al equipo.

¿Y cuál es el objetivo para este segundo trienio?

Es que no sé si serán tres. Yo creo que me quedan dos años aquí. Éste y el siguiente y hemos terminado. Quiero terminar la ciudad deportiva y la residencia, consolidar en primera y marcar unas directrices de cantera.

¿No le parece demasiado pronto?

Lo único que admiro de Aznar es que supo irse. Hay que irse antes de que te echen. No se puede estar permanentemente en el cargo. No lo entiendo, no comulgo con eso. Tengo dos años más. Un ciclo de cinco años que será maravilloso y se terminó.

¿Se irá del fútbol? ¿O retomará el viejo sueño de ir al Real Madrid?

No, eso es un sueño pero no, me iré del fútbol. Dos años más.

Hábleme de como fue el 22 de junio para usted

Fui hasta Sevilla con el subdelegado del Gobierno, el Alcalde, y muy contentos, creyendo que podíamos ganar. Nos situó Las Palmas en la última fila del palco, que está muy arriba. Yo no presido los partidos, no suelo viajar. Empezamos yo sentado y a la izquierda mi mujer, pero en el segundo tiempo, le dije a mi mujer que en el Arcángel se sienta a mi izquierda Medina, que si no le importaba, y se subió arriba, con su amiga Pilar, la mujer de Ignacio Luque, que estaba allí con nosotros, y Sergio se sentó a mi lado. Nos mirábamos sabiendo que estábamos perdidos, no le voy a mentir.  Honestamente me vi perdido. Faltando cinco minutos le dije a Dios que si perdíamos pues sería para bien porque seguro que nos iba a dar otras cosas. La gente empezó a saltar y en ese momento subió Jiménez, que estaba presidiendo, para pasar el trago con nosotros. Tanto él como Cándido perdieron un poco los nervios en el palco con lo que estaba pasando y traté de poner calma y entonces empieza otra vez el partido, si le digo la verdad, lo recuerdo porque lo he visto en la tele, no me acuerdo de nada, no sabría ni quien había metido el gol. A partir de ese momento lloramos, lloramos todos.

¿Cómo llegó al vestuario?

Pasamos miedo. Bajamos por un ascensor que se paraba en cada planta. Puede dar fe Lalo que fue quien nos guio. Nos quitamos las chaquetas, las corbatas, era una película de Hitchcock, se abrían las puertas, se cerraban. Llegamos al terreno de juego y allí, a correr. Pasé mucho miedo, la verdad. El Alcalde, subdelegado, algunos jugadores, no sé si Medina, estuvieron 45 minutos encerrados en un cuarto, bloqueados.

Y volvieron a Córdoba con el ascenso

El avión no me da miedo. Tengo miedo a casi todo menos al avión pero aquel día pensaba, como se caiga esto, y no porque se caiga, sino porque nos lo íbamos a perder, lo que había en Córdoba. Cuando llegamos se lo comenté al Chapi y él me dijo que venía pensando lo mismo pero hasta en el AVE.

Llegamos a Primera y debuta en el Bernabéu, ¿quién le iba a decir que terminaría llegando a ese palco como presidente del Córdoba? ¿Qué tal con Florentino, le guardaba rencor?

Que va, Florentino no es rencoroso, para nada, es como yo. Yo no guardo rencor. Tengo muy poca relación con él. Es un empresario brutal y ha llevado al Madrid a cosas brutales, lleva un trasatlántico, y nosotros llevamos un 4.70 de vela navegando por los mares.

Ahora habla con mucha alegría de cómo está formada la liga, defiende a Madrid y Barcelona y los tilda de generosos, pero decía lo contrario cuando estuvo a punto de entrar en el Mallorca, dijo entonces que no podía sostenerse una liga en la que hubiera equipos con un presupuesto quince veces superior a otros, ¿a qué obedece el cambio?

Una cosa no es incompatible con la otra. No podemos mezclar. El Madrid y el Barcelona son muy generosos. Cuando la Liga tiene un problema los primeros que responden son el Madrid y el Barça. Siempre.

La diferencia económica es insultante.

Se lo digo a los demás presidentes y se enfadan conmigo. Supongamos que de los 140 millones de televisión que tienen, le quitamos 100 a cada uno y los repartimos a los demás y los igualamos a todos. Ellos son clubes mundiales y los demás somos provinciales. Da igual.

Pero habrá que tratar de equilibrar eso, ¿no?

Es imposible.

La Premier lo intenta. Un dato: el último en la liga inglesa ingresa más dinero por televisión que el campeón de la española: el Atlético de Madrid. Es devastador.

Para mí no, al Madrid le quitas 100 millones y tiene 500, ¿cuál es la distancia? ¿cuál es la diferencia? ¿para qué nos sirve quitarle cien? Para competir entre nosotros porque la distancia es insalvable.

¿Entonces tenemos una liga sin arreglo?

¿Usted ha visto la sala VIP que tenemos?

Bien, hablemos de los pasos que está dando el club para llegar al nivel de la Primera división, vestuarios, prensa, zonas vip… ¿qué le falta?

La ciudad deportiva. ¿Cómo se le puede exigir a este club cuando no tenía ni vestuarios? No teníamos cabinas de prensa. Hemos hecho de todo y no hay dinero para tanto, todo esto cuesta mucho dinero. La ciudad deportiva se va a pagar íntegra también, y es que no tenemos de nada. A mí no me preocuparía que me dijeran que me lo llevo si vieran que no hacemos nada pero hemos hecho el Fondo sur, los palcos vip y hemos hecho la ciudad deportiva.

Querrá decir vamos a hacer.

Aquí está, comprometido, se firmó ayer a estas horas (enseña los contratos firmados). Es usted el primero que los ve.

Pero faltan los terrenos, ¿no?

Yo tengo que fiarme de lo que ha dicho el Alcalde ayer mismo (por el pasado martes, en la entrega de la Medalla de oro de la Ciudad). Que estarán en diciembre. Y en enero empezaremos a construir. Bueno, a construir se ha empezado ya, porque muchas cosas vendrán prefabricadas.

Las relaciones con el alcalde han tenido idas y venidas.

Con el alcalde no, con el Ayuntamiento. Con él siempre fenomenal. Yo no he entendido los tiempos de la Administración, que son tremendos y eso no es culpa suya.

¿Cómo es su relación con la ciudad? ¿vive aquí?

Sí, la disfruto. Espectacular. He vivido en más ciudades pero nunca me he encontrado mejor que aquí, es una maravilla, la gente no se lo creerá pero para encontrar a uno que me diga mal encuentro mil que bien.

¿Cómo le sienta que le llamen jeque?

Es gracioso. Le voy a decir una cosa, el día de la celebración me iba a disfrazar de jeque, pero luego no lo hice. Lo llevo fenomenal, porque me lo dicen con cariño. Lo que no llevo bien es el insulto personal.

González a través de la cámara

Volvaviendo a lo deportivo, en la jornada ocho el entrenador que ha llevado al Córdoba a Primera después de tanto tiempo cae.

El entrenador no nos ha llevado a ningún sitio. Mucha más gente. Jugadores, utilleros, todo el mundo, sobre todo la afición.

Bueno, digamos que es la cabeza visible, el capitán del barco.

No, el capitán del barco soy yo y la cabeza visible soy yo, para lo bueno y para lo malo. Yo, este cura, que es el que tiene que poner la pasta cuando falta. En el aspecto deportivo, este cura, y en el de los wc, y luego están  los responsables, cada uno de su departamento, pero la cabeza visible, éste (golpeándose en el pecho), del césped, de los utilleros, de los banquillos, éste, y todos los demás contribuyen a su nivel, el entrenador en lo deportivo, a que se lleven a buen puerto a los objetivos.

¿Qué ocurre con Ferrer? ¿Por qué es destituido en la jornada octava?

Me ha dolido extraordinariamente, pero hay cosas que no se pueden evitar

¿Qué cosas?

Es algo que está en el ámbito personal, en el de la empresa, no se puede estar aireando todo. Hay momentos que hay que tomar decisiones que no son las que uno quisiera, pero hay que tomarlas. Le estaré agradecido toda mi vida a Ferrer.

Cuando el parón, antes de la destitución, ¿por qué reúne el club a Ferrer y a la plantilla por separado?

Porque lo pide el entrenador. Él es el que decide que se hable sin estar él, para que los jugadores se sinceren más. Después de lo que se habla, se cree que la cuestión se puede reconducir. Durante esos días se trabaja muy bien, la gente estaba muy comprometida.

¿Y un resultado lo vuelve a cambiar todo?

El resultado no. El partido. La imagen. Vemos que lo que hemos intentado, no se ha conseguido. Por desgracia creemos que no hay tiempo para más.

¿Es Djukic una apuesta personal del presidente?

No, mi apuesta era otra. Pero cuando me dijeron el nombre, pensé que él nos podía salvar.

¿Ese nombre lo propone la secretaría técnica del club?

Ese nombre sale de una persona que me lo dice y que yo propongo al departamento técnico del club y me dicen que sí. Solo tuvimos dos candidatos más: Fernando Vázquez y Abel Resino.

¿Se llegó a negociar con ellos?

Se conocieron sus condiciones a través de terceros, pero no se habló directamente con ellos.  Entendemos que la tercera vía era la mejor por el tipo de jugador que teníamos y le voy a decir una cosa, para todos los que dicen que era el más barato, no, era la opción más cara. Pero entendíamos que por el tipo de jugador que tenemos es el adecuado.

¿Será suficiente con el cambio de entrenador?

Realmente hemos perdido cuatro partidos (ahora cinco, la entrevista fue realizada antes del choque frente al Atlético de Madrid), además con los que teníamos que perder. Con los dos de nuestra liga hemos empatado en su campo. Se dice que la defensa está muy mal, pero llevamos catorce goles en contra, cuatro menos que el Madrid. Yo pienso que tengo lo mejor, pero porque estoy convencido.

¿No piensa en el mercado invernal?

La secretaría técnica no puede parar, claro que no, para eso se le paga. No se para de ver jugadores, y viajan, este fin de semana se van a Portugal, la semana que viene a Holanda. Ahora tenemos una secretaría técnica con recursillos, no muchos, pero algo más hay, y viajan, y tenemos ojeadores en muchas partes de España, y gente mirando fútbol internacional, y vamos a poner un programa para gestionar los scout, la cantera, y una persona nuestra va a viajar por Europa y por el mundo para implantar lo mejor para las categorías inferiores del Córdoba para el año que viene. Aquí en esta casa lo único que se hace es trabajar, currar. Que en esta casa no era fácil, antes se venía a pasear. Hemos hecho muchas cosas y no paramos.

Contando el partido de Carrión en Soria, ha tenido siete entrenadores en tres años y un poco.

Hombre claro, y si contamos que mi padre tiene ruedas, pues es un vespino.

Pongamos seis. No es un número desdeñable.

Le voy a dar una primicia. Lo que va a hacer el club a partir del año que viene es marcar la manera de jugar. Y tendremos entrenadores y jugadores que se ajusten a ese perfil concreto que va a marcar el club.

¿En el primer equipo o en todas las categorías?

En todas las categorías.

Modelo Barça

Sí, pero no nos gusta el tiki taka. Para eso estamos trabajando toda la secretaría técnica. Para implantarlo cuando acabe esta temporada. Y nos vamos a dejar de que los entrenadores intervengan en los jugadores, porque luego cuando las cosas vienen mal…Tanto Pablo Villa como Albert Ferrer han hecho el 80% del equipo. Y pueden decir lo que quieran pero tanto este año como el pasado eso fue así y yo le puedo decir nombre por nombre. Y eso lo vamos a cortar.

Villa dijo lo contrario.

Por eso, que yo le dije, “¿cómo puedes decir –en tu periódico- que no llamaste a ningún jugador cuando a Uli Dávila por ejemplo lo llamaste tú personalmente? Pablo, yo te puedo aguantar lo que tú quieras, pero mentiras no”.

Van a sacar a los entrenadores de la confección de las plantillas.

Radicalmente. Y habrá un entrenador que se ajuste a ese perfil.

¿Qué dice el secretario técnico?

Sobre todo es por eso. He tenido muchas peloteras con él este verano. El equipo es del club y al entrenador se le puede consultar pero eso de que nos digan trae a éste, a éste, a éste, se acabó. Eso con Paco no se vivía. Paco pasaba.

Hablemos de Acerbis

Me he equivocado pero tenía en mi cabeza que la gente tenía que participar en la confección de una camiseta tan especial. Era el sesenta aniversario del Córdoba, me parecía algo bonito. Las camisetas las ha diseñado el cordobesismo y eso es algo muy bonito. Para los que dicen que yo no trato bien al socio.

Dijo que tomaría medidas drásticas y no hemos vuelto a saber.

La medida ya está tomada. Es que no hay otra. Ahora mismo no se puede cambiar el proveedor. Estamos haciendo todo lo posible, hemos hablado con su presidente y no están contentos, ellos están intentando hacer todo lo que pueden, viendo su departamento de calidad, en ese sentido no tengo reproches, no es que nos hayan dejado abandonados. Ellos han tenido un problema con su cadena de producción y el perjudicado es el Córdoba, claro. Pero puedo anticipar que van a tener un detalle con los aficionados del Córdoba.

¿Va a seguir el club con Acerbis la temporada que viene?

Probablemente no.

¿Qué polémica ha habido con el Informe Loyola?

Yo digo una cosa. ¿Eso es noticia? ¿O es noticia el informe? ¿Qué quieren decir, que Loyola hace informes ad hoc? El club no encarga el informe y además lo dicen ellos en el artículo. En esa información (refiriéndose al artículo del Diario Córdoba)  Pero es que eso no es noticia. ¿Qué quieren decir, que si lo hubiera encargado el club no hubiera tenido valor? En esa información Ricardo Castilla dice claramente que es él el que se lo comenta a Jiménez, y que Jiménez dice, ah pues bien, que lo hagan. Lo dice él, no lo digo yo.

¿Pero ustedes llegan a un acuerdo de financiar ese informe a través de publicidad?

No. ¿Usted ve publicidad? Pero insisto, eso es lo que quieren algunos que sea noticia. ¿Pero qué noticia es quién lo haya encargado o quién lo haya pagado? Me quedo anonadado con las barbaridades que se dicen. ¿Qué es para desprestigiar el informe? Dicen que no se dan datos, ¡pero si se dieron todos!, ¡si los repartió Javier Bonache metidos en una carpeta!. Pero esto es lo que hay, todos los días hay polémica.

Hablando de polémicas, ¿Qué le pasa con Miguel Reina?

Al señor Reina le tengo mucho respeto, el que él no ha tenido a mi persona ni a mis jugadores con lo que ha dicho durante la semana, y que sepa que los señores que le han utilizado para atacarme a mí, antes le llamaban analfabeto funcional. Lo que siento por el señor Reina es ternura. Y esto es todo lo que voy a decir de él.

¿Llamará a capítulo a los consejeros Jiménez y Medina (aficionados del Atleti desde pequeños) para que se anuden bien el sábado (fue ayer) la corbata blanquiverde en el Vicente Calderón?

Jiménez y Medina tienen una cosa cojonuda. Que quieren al Córdoba más de lo que quieren al Atleti, que ya es decir. Yo no sé qué nos ha pasado con el Córdoba, como sufrimos tantísimo, queremos a esto como si lo hubiéramos tenido toda la vida. Yo no te debería decir esto porque luego se malinterpreta, pero es la verdad, yo he llorado más por el Córdoba que muchos socios del Córdoba, pero llorar eh, lo que se dice llorar. Vivo esto con mucha pasión.

Corre una leyenda de que usted vaga por los puentes como alma en pena mientras se disputan los partidos en el Arcángel, ¿qué hay de cierto en eso?

Todo. No puedo aguantar la presión. El otro día vi la segunda parte en una televisión abajo, muerto. Cuando metimos el gol me escondí el el último cuarto. No puedo aguantarlo. Sobre todo cuando ganamos, cuando vamos ganando no puedo más. En Ponferrada con Berges íbamos 1-4 ganando y estaba permanentemente asustado. Lo paso peor cuando vamos ganando.

¿Cuál cree que ha sido su mayor fracaso en estos tres años y poco?

Si le digo la verdad, ninguno. No he fracasado en nada, absolutamente en nada. He hecho cosas mal, pero uno no se puede arrepentir, tiene que asumirlo.

¿Cuál ha sido su mayor éxito, y no me refiero al ascenso, sino a qué decisión tomó que cree que ha sido más buena para el club?

Una sólo, de la que estoy muy orgulloso: Cambiar la mentalidad del club de perdedor a ganador. Éste era un club complaciente que quedaba el dieciséis y se aplaudía y ahora se queda el séptimo y se cagan en mi puta madre. Eso es de lo que más orgulloso me siento. Hay que ser ganador en la vida, tener ambición, luchar por tus objetivos.

Hablando de la verdad y la mentira, usted confirmó a un entrenador (Esnáider) para la temporada siguiente y a los diez días prescindió de él. Otro (Ferrer) era el mejor tres días antes de ser despedido.

Porque el fútbol está montado así. Es el never never never. Yo lo que no puedo es desautorizarlo. El fútbol tiene unos cánones en los que funcionamos todos igual.

¿Es necesario mentir?

No, mentir no. Hay que decir cosas. Vamos a ver, hay unos códigos y no puedo cambiar la mentalidad de todos los futbolistas de España. Si me preguntan si va a seguir, ¿qué le digo? Cualquier cosa que no sea ratificarlo es la duda.

Entonces perdemos la credibilidad. Se pierde la credibilidad de todo.

No. Si usted traslada una anécdota a un todo, sí. La verdad está en la verdad y lo futbolístico está en lo futbolístico, que son cosas distintas. Si usted a mí me pregunta ¿va a seguir el entrenador el año que viene? y yo le digo que no estamos en eso, ¿qué mensaje estoy mandando? Porque si yo estoy seguro de que va a seguir, lo digo. Entonces, si no lo digo, todo el mundo diría: «Éste no sigue». Porque si quisiera que siguiera lo hubiera dicho. Hay unos códigos. En esos casos, sólo en esos casos, no se puede decir la verdad.  Never never never. ¿Usted va a fichar a este jugador? No. Y a lo mejor lo tienes fichado, pero tengo que decir que no, porque si no, me vale más caro. Tengo que negarlo.  ¿Algún fichaje más, presi? No, ninguno más. O dos o tres, lo que me sale en ese momento, porque no puedo decir la verdad nunca, porque estoy perjudicando a mi club. Luego dicen «ay, qué mentiroso». No, no, de mentiroso nada. Yo no puedo hacer cosas que perjudiquen a mi club. El fútbol está montado como está montado y hay unos códigos que yo tengo que respetar, pero eso no quiere decir que todo lo que diga no sea cierto.

Hablemos de la comunicación. En su segundo año fue cuando cobró mayor virulencia la “guerra con los medios”

Aquí hay un problema serio, señor Pineda, que es a ver quién la tiene más larga, y a partir de ahí hay algunos que nos cogen para determinar eso. Somos los paganos de una situación mediática que vive esta ciudad desde hace muchos años.

Eso no es exactamente así. Un consejero suyo, Sergio Medina, me reconoció en una entrevista que el club comunicaba mal y tenía que mejorar en eso.

Y tenía razón. Se refería a no comunicar todo lo que hacemos bien. Durante todos estos años no hemos comunicado bien la cantidad de cosas que hemos hecho aquí. El club no ha contestado al 90 % de las barbaridades que nos han dicho. Algunos antiguos consejeros han dicho barbaridades de mí y yo jamás les he contestado.

Usted decidió comunicar todo a través de Diario Córdoba.

No, vamos a ver. Los medios toman partido cuando el concurso. El primer año no tuvimos ningún problema con los medios, ninguno.

Sí, con Cordobadeporte sí, desde el primer año.

No, Cordobadeporte lo que hace es…a ver, yo hablo una vez con Eusebio Borrajo porque no decíais la verdad. No lo hacíais en muchas ocasiones. Y os hemos llamado para rectificar y no lo habéis hecho. Yo he llamado a David Jurado el año pasado porque tituló “según Prasa Carlos González no ha pagado” y yo le llamo.

Y él rectifica la información. Aporta su versión.

No, no rectificó. Yo lo llamo y le digo: “Esto no es cierto, David, hemos pagado hace un mes. Prasa no te ha podido decir eso.  Te lo habrá dicho un consejero cercano a Prasa, pero en la información pone que te lo ha dicho Prasa, y eso no es verdad. Yo te digo que hemos pagado y lo tienes muy fácil, que es llamar a Prasa, no a los consejeros cercanos a Prasa. En la información pone que te lo ha dicho Prasa y eso no es cierto”. Él rectifica el titular y pone: Controversia en el pago y tal. Ninguna controversia. En la información añade que yo le había llamado para decirle que sí pero el titular era controversia. (Nota: La información a la que hace referencia González es ésta)

Es lícito, él tiene una información que es diferente de la suya, y da cabida a las dos.

No no, lo llamo yo, él no me llama para contrastarlo.

La relación no era propicia para eso

Pero si da lo mismo, si usted ha pedido una entrevista y se la he dado.

Ahora. Llevamos dos años pidiéndola.

A mí ésta es la primera que me pide Cordobadeporte.

Dos años.

A mí no me ha llegado. Pero volvamos. Él no tiene una información de Prasa, tiene la del consejero, que luego yo me entero de quién es, pero de Prasa no. No hay controversia. Hay dos partes, Ecco y Prasa, y porque le diga el carnicero que Ecco no ha pagado…

Carlos González, presidente del Córdoba

Es un consejero de Prasa, no el carnicero. Creo que es una voz autorizada para hablar de ese tema. De todas formas creo que nos estamos perdiendo en una gota de agua dentro de un océano.

No, pero es que tengo que decirlo, porque el señor Jurado a mí nunca me ha hecho una entrevista, no se ha preocupado en conocerme. Tomó partido. Ojo, que yo lo entiendo.  Yo sé que él es amigo de Toni Cruz. (La dirección de Cordobadeporte.com solicitó la primera entrevista a Carlos González en verano de 2011 a la que entonces era responsable de comunicación Lorena Sánchez)

Pero bueno, amigos de Toni Cruz somos muchos. Toni tiene muchos amigos.

Sí, pero él toma partido porque Toni deja de estar en el Córdoba. Es muy difícil, porque aquí los periodistas sois muy amigos de extrabajadores del Córdoba CF.

No creo que ése sea el problema.

Yo creo que sí, porque me dan desde el primer día. No me dan carrete, y le voy a decir algo, yo no he podido hacer más por el Córdoba de lo que he hecho. Y creo que no he hecho poco. Que yo le leo a usted alguna vez, y hay que leerle: noventa mal y diez bien.

Me lee poco. Me lee poquísimo.

Será eso, y que dará la casualidad de que siempre es mal.

Habla de la verdad y la mentira y a veces hay una delgada línea entre una cosa y la otra.

Que no es delgada. Tiran con bomba todos.  No contrastan nada, pero no vosotros, todos. Y no me llaman, y me pregunta, ¿esto es cierto? Es contrastar una información. Que el señor Prieto no es Prasa, que era el gerente de Sadeco, como lo es hoy. Y ése le dice una gracia a Jurado y ya saca un artículo. Digo yo que habrá que preguntar a la otra parte.

Nos estamos perdiendo en un detalle. Había una situación que era anormal, que es que el club comunica todo a través del Diario Córdoba.

Eso ha cambiado, y antes de que llegara el señor Bonache. Él entra en el club el 1 de agosto y ya teníamos muchos jugadores, y no dieron ni uno. Quiero decir, que el señor Bonache llega y está haciendo un trabajo magnífico, y está ayudándonos en muchas cosas, y juntos estamos tomando decisiones. Pero eso ya lo hicimos nosotros el verano de Berges. No dieron ni un fichaje y nos cayó la mundial.

Como les está cayendo ahora.

En una reunión con todos los directores de los medios de esta ciudad, donde estábamos intentando normalizar la situación un poco, porque era un asedio brutal, le dijo un director a otro. «Oye, que aquí no hemos venido a ver quien la tiene más larga».

¿Trajo a Alfredo Duro para arreglar todo eso?

Sí, y lo incendié mucho más. En todas las gestiones hay luces y sombras y ése fue un error capital. El señor Duro está enfermo y por lo tanto no nos pudo ayudar. Que más hubiera querido yo, pero bueno, ahora tenemos al señor Bonache, que es el mejor fichaje que ha hecho el club en tres años. Y ojo que me ha pegado hostias de todos los colores. Para que vea mi talante, que yo no estoy en contra de nadie. Quiero profesionalidad, que no se mienta. Siempre le digo a los medios: puedes decir lo que quieras de mí, pero que sea verdad. Si tienes muchas cosas malas que decir de mí siendo verdad, pues no te lo inventes. Y en esta ciudad no se para de decir mentiras. Se ha dicho que he comido con Pepe Mel. ¡Pero si yo no conozco a Pepe Mel! Bueno pues nada, que he comido con él, y no una vez, sino dos.

Pues esto son mentiras del tipo del cambio de entrenador, como usted dice. El fútbol funciona así.

No es lo mismo ni Cristo que lo fundó.  Se puede decir que quiero a Pepe Mel, lo que no se puede decir es que yo he comido con él porque no es verdad.

Puede que se tenga una fuente equivocada, no tiene que ser una mentira. No es nada nuevo. Son códigos de los que usted hablaba, sólo que en la otra orilla.

Ah, pues entonces yo digo que su madre es tal, porque como alguien me lo ha dicho… Y ya está. Pues es eso. Ferreras, periodista, cuando era consejero delegado del Real Madrid, sacó una lista con los doscientos jugadores que decía la prensa que iban a traer y puso: “Como para no acertar”. En la web del Real Madrid. Si yo lo hago aquí me matáis. Mire, a mí me da igual lo que digan en las tertulias si no tienen información. Dan su opinión, y su opinión es tan válida como la del carnicero, o la del médico, o la del ingeniero. A mí qué me va a importar lo que un periodista opina del equipo.

El periodista puede generar corriente de opinión.

Ya no. La gente ya sabe lo que es mentira. Porque viene y lo ve.

¿Coincidimos en que la situación con los medios está ahora mucho mejor?

Pues depende para quién, porque mire, el que está ahora a mal suma tres veces lo que sumáis todos vosotros juntos. A nivel de lo que usted dice, de crear opinión. Vosotros me estáis pidiendo que haga una cosa que vosotros no hacéis, y verá como me da la razón. Todos los grandes medios hablan del Real Madrid y del Barcelona, ¿por qué?

Porque es lo que vende

Exacto. ¿Y a mi empresa qué le viene bien? Que mi mensaje sea transmitido por la autopista que más tránsito tiene. Eso es lo que he hecho durante mucho tiempo, que la autopista que más tránsito tiene (Diario Córdoba) es la que ha utilizado el Córdoba para dar su mensaje. Y ahí no valía un poco. O todo o nada, con un poco no basta, amigo Pineda.

Se ve forzado a elegir entre todo o nada y durante un tiempo elige darle todo a Diario Córdoba.

Visto el trato que me dispensa la prensa cuando yo llego a Córdoba, que no me han dado ni un minuto, lo vi muy fácil. El 90%, por no ser cordobés, que hay que ser xenófobo. Aquí hay mucha gente xenófoba, muchos, porque mi gran problema es no haber sido cordobés, pero es que usted no ha elegido serlo y yo sí, ése es mi mérito. Aquí parece ser que si no tienes pedigrí cordobés no puedes hacer nada. La prensa me atiza desde el primer día, ahí está la hemeroteca, y hay un periódico que no nos trata mal, y además es el que más lectores tiene, que sumas las de todos los periódicos, online, y papel, y es tres veces más. Yo sería un malísimo gestor si le elijo a usted.

Eso podría tener un punto de lógica, pero entonces, ¿por qué cambia de idea ahora?

Porque llega un momento en el que las relaciones están en un punto que entendemos que los demás también tienen que comer. Que si nosotros nos quejamos del Madrid y del Barcelona, pues no puede ser que hagamos lo mismo, y porque vemos que es un momento de unión. Cuando ya estábamos arriba podríamos haber sido unos déspotas, y hemos abierto la mano a todo el mundo. Y eso no se valora. En el momento del triunfo, cuando hemos llevado a este equipo al triunfo, es cuando hemos dicho, vamos a cambiar. Le hemos tendido la mano a todo el mundo, a los socios, a las peñas, a la prensa, y eso nos lleva a que el medio de comunicación que antes estaba en una situación de privilegio no para de pegarnos hostias. Y como la otra vez que lo hicieron lo hicieron muy mal, esta vez han decidido hacerlo de otra forma, que es pegarnos hostias a través de terceros. Ellos no se mojan, y las hostias las pegan otros, cosa que no hicieron hace dos años. Aquella vez las daban ellos de cara, porque entonces escribía artículos hasta el conserje poniéndome a parir. Hasta el conserje, no había más gente que pudiera escribir. Me pegaba palos todo el mundo del periódico. Ahora han cambiado porque se notaba mucho.

¿Cómo valora eso? Porque usted tenía una relación muy cercana con Diario Córdoba.

No, no, yo he tenido una relación empresarial. Nos convenía a nosotros y les convenía a ellos.

¿Y lo de ahora a quién le conviene?

Pues ya ve usted como estamos. Yo sabía lo que iba a ocurrir, pero ¿sabe una cosa señor Pineda? Me encuentro muy libre, me encuentro fenomenal. Soy el tío más feliz de estos últimos tres años, pero no porque el Córdoba esté en Primera, sino porque me he quitado un peso de encima que era ya brutal. De Diario Córdoba se me llamaba todos los días hasta por los becarios, todos los días. Sé que voy a tener un coste mediático, pero qué más da. Estoy liberado.

Es una pena, porque para mí la relación con los medios, desde la llegada de Javier se ha normalizado bastante, como tendría que ser siempre, pienso.

Yo dije ¿quién es el mejor periodista de Córdoba?

Muchas veces no se trata de ser el mejor sino de ser el adecuado.

Va enlazado. El único de primer nivel que había estado en la otra orilla era el señor Bonache, que había estado en el gabinete de prensa del Ayuntamiento. Se reunían dos cosas, que es un excelente profesional y que había estado en la otra parte y sabía cómo manejar estas situaciones. Y mire que me había pegado de todos los colores. Para que vea que no soy sectario. Trato de traer lo mejor para el Córdoba. Me puedo equivocar pero lo trato.

Hablemos de la afición ahora

Es maravillosa, y no lo digo por quedar bien.

¿Ahora que se han conseguido 16.000 socios, qué piensa hacer el club para consolidarlos?

Tenemos el doble de habitantes que Coruña y los mismos que Bilbao. Tenemos potencial, pero es normal lo que hay. Cómo va a ser la gente del Córdoba si no han visto un puñetero cromo del Córdoba. Usted no ha podido vivir eso de pequeño, así que no me extraña que sea del Atleti. ¿Qué tenemos que hacer para evitar eso? Estar más años en Primera División.

¿Solamente eso? ¿No cree que el club debe fomentar el cordobesismo también por otras vías en el apartado social?

¿Qué es eso? Somos los que menos precios hemos puesto a los socios. El precio es lo fundamental.

Pero no sólo será eso. También se podrá trabajar con la base, con los niños, por ejemplo, que son el futuro.

¿Pero dónde, si no tenemos ciudad deportiva? Cuando yo llegué mis niños jugaban en tierra.  La primera petición que yo le hice al alcalde fue que dejara que mis niños jugaran en césped artificial. Pero no los niños, también los grandes. Cómo vamos a hacer afición cuando no se pueden ni duchar en los vestuarios. Con la ciudad deportiva, que además lleva residencia en una segunda fase, con un espacio donde se pueda disfrutar del cordobesismo, ahí sí vamos a crecer.

Más allá de la ciudad deportiva se podrán hacer otras cosas. Le voy a poner un ejemplo concreto: hoy en día un padre no puede llevar a su hijo de cuatro años al fútbol y sentarse con él.

Es que un niño de cuatro años no tiene que venir al estadio porque es un peligro público. Vamos a quitarnos la careta. Un niño de cuatro años en un estadio, donde se puede armar una avalancha, no pinta nada.  Nada.  Y yo no tengo que meterme en cómo educan los padres a sus niños. Ni me meto. Cada uno es libre, pero yo no lo haría, jamás. Lo tengo más fácil para que sea cordobesista, hay más cosas que llevarlo al estadio.

Mi hijo tiene cuatro años y yo lo he llevado al estadio desde pequeño. Evidentemente no lo voy a llevar a la zona de los ultras, ¿pero por qué no voy a llevarlo? Ahí se está ganando un seguidor para toda la vida.

No es cierto. Eso es una demagogia, con perdón.

¿Me está diciendo que los clubes que lo permiten, como por ejemplo el Atlético de Madrid, son temerarios?

Eso no es cierto. Eso no puede hacerse.

Le digo que el Atlético de Madrid lo permite porque yo he llevado a mi hijo.

Pues está incurriendo en la ilegalidad. Hay un aforo y no puede sobrepasarse. Es ilegal. Ya el Barcelona tuvo problemas.  Se está cometiendo un delito penal. Se hace mal como lo hizo el Córdoba hasta el año pasado. No se puede meter a nadie que no tenga una entrada y un asiento. Hay que cumplir un aforo. Pero así no se crea afición. La afición no se crea porque el niño no venga al estadio. Porque los niños no van a los estadios, o no con asiduidad. Mi nieta fue socia del Madrid a la hora y cuarto de nacer, y no ha ido al Bernabéu ni una sola vez. Ni una sola. Eso es una demagogia barata.

No creo que sea una demagogia barata. Estoy intentando entender su posición, pero no pienso que sea demagógico que un padre quiera llevar a su hijo de cuatro años y sentárselo en las rodillas. Es una cuestión de sentimientos. ¿Por qué privarlo de eso?

Yo no lo privo. Puede traerlo cuando quiera. Mañana.

Comprando una entrada.

Como cuando lo lleva al cine, o al circo, ¿o es que entra gratis con el niño al cine? ¿Por qué en esto del fútbol todo el mundo tiene que entrar gratis y si no eres un tal? ¿Pero nosotros de qué comemos?

¿Comparamos el cine con el fútbol? Estamos hablando de establecer una vinculación sentimental.

No se establece. Un niño no ve ni el partido. Y pasado mañana, un niño de cuatro años no se acuerda de que ha estado en el Arcángel.  Cuando se dejaba entrar gratis a los niños en El Arcángel usted se hizo del Atlético de Madrid.

Eso sí es demagogia.

No, eso es la realidad. A muchos niños de Córdoba que son del Madrid o del Barcelona hasta este año les dejábamos entrar gratis, ahora resulta que no son cordobesistas porque tienen que pagar. ¡Pero si han entrado gratis!

¿Qué hacemos con los 16.000 a dos precios distintos el próximo año? ¿Se igualarán los precios por arriba o por abajo?

Por abajo. Siempre por abajo.

¿Se siente querido por la afición?

Sí. Muy querido. Hasta por los críticos. Si los únicos que estáis en contra sois los periodistas.

¿No cree que ser el presidente del ascenso después de cuarenta y dos años merecería un trato mejor?

Pero qué va. Vamos a ver, si es que no es verdad lo que contáis.

¿No es verdad que la afición es crítica con usted hasta en los buenos momentos?

¿Dónde? ¿En el twitter? Pero si siempre escriben los mismos.

¿Los 150 de twitter?

¿Se juega conmigo una comida? Pero si los tenemos contados. Sabemos quiénes son. A todos. 150. Déme la mano, Pineda.

¿Entonces los 150 de twitter van por todos lados a protestarle? ¿El día de El Partido de las 12 eran ellos los que pitaban?

Claro. ¿Pero quién me pitó? ¿Quiere que se lo diga? Si los tenemos detectados. ¿Sabe quién me pitó? Entre ellos periodistas, que los vimos.

Había un teatro. Yo estaba allí.

Perdone, se escucharon seis personas.

No. Pitaron más, Carlos.

Pero si Manolo Lama no lo dice, eso en la radio no se oye. Fueron seis. Que nosotros tenemos gente para detectar eso, que no somos tontos. Pregúntele a alguien que oyera la emisión si oyeron los pitos. Nadie. Seis tíos del mismo sitio.

Pero si yo estaba allí.

Mire, tenemos detectados a los del Twitter. La mayoría amigos de los exempleados del club. Tenemos a todos. En total, 150, y me juego una comida con usted.

Habló antes de xenofobia. ¿Cree que las críticas vienen por no ser cordobés?

¿Sabe lo que me dijo un ultra a mí? Que daba igual que lo hiciera bien, que me iban a pitar de todas maneras porque no soy de aquí. Yo quiero gente capaz, implicada, preparada, y me da igual que sean cordobeses o no. Pero ¿qué tontería es esa? En Madrid nadie te pregunta de dónde eres, ¿por qué aquí sí? Y ojo, que en el club hay muchos cordobeses, que conste.

No se puede olvidar la vinculación sentimental. Por ejemplo, la gente prefiere ganar con un equipo con canteranos. Y sólo hay uno en la primera plantilla.

La gente quiere ganar. Pero yo le pregunto, ¿Córdoba da? ¿Tiene esos jugadores?

Debería tenerlos.

No le pregunto si debería, le pregunto si los tiene. ¿Dónde están? ¿El del Betis? ¿Ése es de Córdoba?

Pero es que eso es un problema del Córdoba.

Claro, de hace cuarenta años. Es que queréis que lo arregle yo todo. Pero si es que es normal, si no hemos tenido instalaciones. Es normal que no haya jugadores, que la gente se haya llevado a sus hijos a jugar en otro sitio. Yo no me cabreo con la gente, con la afición, porque digan que yo me vaya. Esos tienen un mérito terrible. ¿Usted sabe lo que es aguantar ocho mil tíos en Segunda, Segunda b, Tercera? No hombre, no, eso no hay afición que lo aguante. Con los que me cabreo es con los cuatro chupones que están moviendo toda esta mierda continuamente. Y cuando queráis, nos sentamos aquí y hablamos de los que se han ido. Uno por uno. Que no curraban ni tres horas al día en el Córdoba. Y ahora la gente que hay, trabaja más horas, no han tenido vacaciones, ganando menos, dejándose el alma.

Tampoco es eso, ¿no?

¿Cómo que no? Hay que trabajar, yo soy el primero. ¿Cómo que no es eso? Hay que sacar a este club de donde está y nos queda mucho trayecto y como no hay dinero, la gente que haya se tiene que desdoblar, y el que quiera que venga y el que no, que no venga. Que yo he tenido aquí a gente… Cordobesistas hasta la médula que curiosamente nunca han sido socios del Córdoba. Hay gente que se parte el pecho ahora con su Córdoba y no han sido del Córdoba en su vida.

Hemos hablado mucho de la mentira. Enric González, para mí un maestro en esto del periodismo, dijo una vez que el poder siempre miente, siempre. Como persona que ostenta el poder en este club me gustaría terminar preguntándole, ¿me ha mentido mucho en esta entrevista?

Nada. Yo no miento nunca. Odio la mentira.

Fotos: Luis Alguacil

Publicado en Cordobadeporte el 01/11/2014

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